Según datos de UNICEF, en México, el 70 por ciento de los niños y niñas que habitan en zonas rurales viven en situación de pobreza. Enfrentan problemáticas asociadas a la discriminación estructural que se traduce en la falta de oportunidades laborales para sus familias, escasa oferta educativa, carecen de acceso a servicios de salud eficientes, limitado acceso a alimentos, así como a infraestructuras deficientes.