El huerto escolar, de la tierra nos alimentamos

Tomando en cuenta que somos una sociedad que se encuentra entre los índices más altos de obesidad infantil, según estadísticas de la UNICEF; la escuela, en su calidad formadora, ha de tomar acciones enfocadas hacia la creación de consciencia en los adultos, responsables de las pequeñas vidas, en pro de volver al origen de la alimentación con alimentos orgánicos, de calidad, y que aporten un beneficio social a la comunidad, siendo que esta se encuentra en un contexto de consumismo y contaminación ambiental poco reflexiva.

Por las razones antes mencionadas, se realizará el proyecto del huerto escolar: de la tierra nos alimentamos, con el grupo de segundo “A”, para que, a través del cultivo de alimentos orgánicos, realizado con los padres junto a los niños, reflexionen y tomen consciencia sobre la importancia de cuidar lo que consumen, y darse cuenta de cómo con pequeñas acciones, pueden obtenerse sanos beneficios. La propuesta del proyecto es el anzuelo para atraer al resto de los docentes, ya que el impacto también será para toda la comunidad escolar. A la fecha, se ha logrado involucrar al director del plantel, quien ya ha autorizado un espacio para la realización del mismo y, además, se encuentra en gestión con instituciones que pueden aportar beneficios al proyecto, e incluir otros más en la escuela. 

Con este proyecto se pretende concientizar a los alumnos del grupo de segundo “A” y a los padres de los mismos sobre la importancia del consumo de alimentos saludables, que pueden cultivarse en pequeños espacios a través del huerto familiar, teniendo como ejemplo el escolar; o en huertos verticales, enfocándose hacia la herencia que dejarán a sus hijos en beneficio de su salud. Al mismo tiempo, se busca involucrar al resto del cuerpo docente, a las autoridades del plantel, y de los siguientes niveles, para que, a través de acciones reales, partiendo de problemáticas reales como es el problema de la obesidad infantil, la mala calidad alimenticia en los alumnos, que les enferma y lleva a la inasistencia, decidan ser parte del planteamiento de proyectos comunes.

El efecto se considera no solo para la comunidad estudiantil que de alguna forma serán observadores del proyecto, sino para la comunidad escolar en general, al compartir avances del proyecto a través de la información que se proporcionará en el mural del arte, buscando la sensibilización hacia el cuidado del medio ambiente con pequeñas acciones como las que ya se llevan a cabo en el grupo de segundo “A”, en las que se incluye la disminución de consumo de electricidad, consumo responsable del agua, menos generación de basura, separación de residuos, y por supuesto, invitarlos a cultivar alimentos orgánicos desde el hogar.

La motivación y entusiasmo que hoy existe en el grupo que presenta el proyecto, será el parte aguas para atraer al resto de la comunidad escolar, demostrando que la alegría de aprender, parte de querer hacer cosas que llenen el cuerpo de salud, y la mente de sabiduría a través de hechos cotidianos, teniendo como referencia la naturaleza de existir, con el Tecnológico de Monterrey, México. Privilegio de un medio ambiente capaz de sostener a la humanidad con los productos de sus entrañas, y que hoy clama por ayuda, al alcance de todos.