Desarrollo de Competencias para el Desarrollo Sostenible en Estudiantes de Emprendimiento a Nivel Educación Superior.

Desarrollo de Competencias para el Desarrollo Sostenible en Estudiantes de Emprendimiento a Nivel Educación Superior.
Responsable:
Teresa de León Zamora
Organización / institución:
Tec de Monterrey Campus Puebla
Nivel educativo:
Educación superior
País / Estado:
Puebla, México
Calificación: 
0
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Descripción general del proyectoLa educación es una herramienta muy poderosa para lograr los cambios que nuestra sociedad requiere para conseguir una vida sostenible más plena, equitativa y noble con el medio ambiente. Existen varias aportaciones científicas en las que se identifican aquellas competencias que deben desarrollarse para procurar una sociedad sustentable; la pregunta es ¿están las instituciones de educación superior poniendo suficiente atención a las mismas? ¿se cuentan con metodologías educativas que apoyen a profesores y profesoras en su labor de desarrollarlas? ¿se está poniendo atención a aquellos sistemas poco sustentables en el mundo?

Los futuros profesionistas de negocios de este país sin duda deberían contar con las competencias para el desarrollo sostenible que guíen la toma de decisiones de las futuras empresas. Es urgente acelerar los esfuerzos por asegurarnos que el profesorado cuente con las metodologías apropiadas para desarrollarlas. En este proyecto se hace un diagnóstico para conocer qué tanto se está desarrollando la competencia de “pensamiento sistémico” en alumnos de 4º semestre de la carrera de emprendimiento del Tec de Mty campus Puebla a impartirse durante el semestre febrero-julio del 2024, y se diseña una intervención cuyo objetivo es evaluar su contribución al desarrollo de la misma. 

AntecedentesLa Agenda 2030 de Naciones Unidas establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con 169 metas y 230 indicadores globales. El logro de los ODS no es alentador si consideramos los informes anuales del IPCC, incluido el informe de 2023 en el que se muestra que el nivel medio global del mar aumentó 20 cm entre 1901 y 2018, y dado que aproximadamente 3.600 millones de personas viven en entornos geográficos altamente vulnerables a cambio climático y por el cual se han producido daños sustanciales y pérdidas cada vez más irreversibles en ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y de mar abierto, entre otros.
En el caso de México, aún se tienen grandes desafíos por enfrentar y resolver; el país se encuentra en una posición muy mediocre (80 de 166 países) en términos de logros de los ODS. Según el Informe Global SDSN 2023 (Sachs, J.D., et al., 2023), ningún ODS va por buen camino ni mantiene ningún tipo de consecución; además muestra nueve objetivos aún con desafíos importantes, siete con desafíos importantes y uno con desafíos pendientes. En otra base de datos muy reciente, tenemos la suerte de contar con información de seguimiento de 64 ciudades y municipios del país, lo que será muy relevante para esta investigación (Laboratorio Nacional de Políticas Públicas, 2023).
Dentro de la comunidad internacional ha habido un debate continuo sobre la viabilidad y operacionalización de los ODS (Janouskova, S. et al., 2018; Jimenez, D. et al., 2021; Liou, RS., et al., 2019) . Es cierto que muchos especialistas coinciden en que necesitamos un diagnóstico local (vs indicadores globales), compromiso y agencia para avanzar hacia las metas globales (Ruiz-Cabañas, M. 2023); pero también es cierto que los ODS todavía no están en la agenda de todos y, por tanto, la sostenibilidad sigue siendo un problema global.
Sachs, et al. (2019) se esforzaron en organizar la implementación de los 17 ODS, y establecieron seis grandes áreas de intervención que apoyarán el logro de grandes transformaciones: educación, equidad en género y desigualdad; salud; bienestar y demografía; descarbonización energética e industria sostenible; alimentos, tierras, agua y océanos sostenibles; ciudades y comunidades sostenibles; y la revolución digital para el desarrollo sostenible.
Por lo tanto, con base en la información anterior, la educación se presenta como una gran oportunidad para alcanzar los ODS, especialmente considerando que las transformaciones complejas de sistemas requieren cambios fundamentales en las normas, los sistemas de creencias y las heurísticas cognitivas (Sachs, J. et al., 2019). Estos mismos conceptos están alineados con las contribuciones previas de Mezirow (1990) sobre el aprendizaje de segundo orden, como aquellos “procesos mentales de orden superior” y “aquellas actividades intelectuales y afectivas en las que los individuos se involucran para explorar sus experiencias con el fin de conducir a nuevos aprendizajes”. comprensión y aprecio”.
Entendiendo que la educación es un importante catalizador para la transformación, Wiek, A. (2011) y UNESCO (2017, 2018) destacan la importancia de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) y presentan aquellas principales competencias que los individuos y las comunidades deben desarrollar para lograr acciones hacia una mayor sustentabilidad, entre las que se encuentran las siguientes: pensamiento sistémico; anticipación; normatividad; estratégico; colaboración; pensamiento crítico, autoconciencia y resolución integrada de problemas.
Esta investigación quiere contribuir a la consecución de los ODS proponiendo el desarrollo de competencias con un enfoque en el proceso educativo a nivel superior en estudiantes de emprendimiento del Tec de Monterrey.
Para abordar el desarrollo de competencias desde una perspectiva sistémica, se propone tomar como caso de análisis al sistema alimentario (SA), ya que se considera crítico para construir un mundo justo y resiliente (UNFSS2021; Sachs , et al., 2019). Analizar los ODS vinculados al proceso del ciclo de vida del SA (FAO, 2023;Yi, J., et al., 2021), desde la producción hasta los residuos, presenta una oportunidad para que todos sus actores se involucren en el desarrollo de esas competencias sostenibles y contribuyan a mejores decisiones que estén alineadas con cada uno de estos elementos de la cadena de valor.
El SA se relaciona con una gran mayoría de los ODS por su íntima relación con profundos problemas estructurales a nivel sistémico dado que ha sido considerado como una de las seis transformaciones para alcanzar los ODS (Sachs, J. et al., 2019). Como se entiende, el uso de la tierra y los sistemas alimentarios conducen a: hambre persistente, desnutrición y obesidad (Willet, W. et al., 2019; Afshin, A. et al., 2019); una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (IPCC, 2018); la contribución de más del 90% del uso de agua ponderado por escasez (Poore, J. et al., 2018); la gran pérdida de biodiversidad (Ramankutty, N. et al., 2018; Brondizio, E. et al., 2019); sobreexplotación de las pesquerías (Ingeman, K.E. et al., 2019); la provocación de eutrofización por sobrecarga de nutrientes (Stevens, C.J., 2019); y la contaminación del agua y del aire (Steffen, W. et al, 2015).