Julia Ivonne Díaz Hernández

La experiencia de llevar de la mano a 40 alumnos de tutoreo en línea dentro del Centro Virtual de Aprendizaje, fue muy gratificante. Al principio fue pesado, pues como todas las actividades en las que conlleva un tiempo acostumbrarse a determinado estilo a seguir para calificar, sin embargo, con el paso del tiempo pude adecuarme al nivel de cada uno y ver de forma gratificante el crecimiento de cada alumno en base al tiempo y al reto que se iba presentando en cada una de las actividades.

La verdad se aprende mucho de enseñar a los demás y sobre todo al conocer las historias de vida de cada uno de ellos; notar el empeño que le imponen a cada una de las actividades y sobretodo, observar con cada actividad entregada el empeño, esfuerzo y trabajo empleado en cada una de ellas con el objetivo de superarse. En este sentido, creo que todos deberíamos conservar ese espíritu perseverante de seguir adelante hasta conseguir nuestros respectivos objetivos, para así alcanzar el éxito.

En verdad creo que esta actividad es muy satisfactoria para ambas partes: tanto los alumnos al superarse a sí mismos progresando de forma académica al tomar uno de estos cursos, como el del tutor que es rol jugado por nosotros, pues te permite ver más allá del mundo que conoces y saber que en realidad es un privilegio el que tienes, de poder estudiar una carrera profesional en una institución como el Tecnológico de Monterrey, así como la gratificación de poder ayudar a alguien más usando tus propios conocimientos.

En resumen, y por todo lo anterior, he quedado muy satisfecha y feliz al realizar servicio social como tutora dentro del Centro Virtual de Aprendizaje de la Universidad TecVirtual del Sistema Tecnológico de Monterrey, aprovechando los conocimientos adquiridos a la fecha al ayudar a que otros comprendan el mismo conocimiento, de manera que lo aprovechen para su progreso personal.