E-learnig toma fuerza en las organizaciones

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Capacitación virtual, un método que cada vez es más aceptado para transferir conocimientos y lograr beneficios. En pleno siglo XXI, como expertos lo indican, el capital intelectual está ligado a la tecnología y las buenas prácticas de educación, a través de Internet.
20 Abr, 2015

“Internet no solo facilita nuevos modelos de aprendizaje sino que permite capitalizar el conocimiento y ponerlo al servicio de la organización. Si virtualizamos la formación será más fácil llegar a los colaboradores y alcanzar los objetivos empresariales”, afirma Wilmar Parra, director de Engagement, empresa de capacitación corporativa.

El proceso de aprendizaje en línea requiere definir estrategias. Según Parra, es fundamental puntualizar el objetivo del curso y evaluar a qué tipo de personas impactará.

David Lasman Egher, gerente de Sistel, compañía que desarrolla programas de formación virtual a la medida, explica que desde la parte tecnológica se debe utilizar un sistema que garantice al capacitador el control absoluto de la información que emplea en el proceso de formación.

“Plataformas de entrenamiento en la web hay 100… es necesario conocerlas, saber experiencias de otras organizaciones, validar cuáles son las funcionalidades que tienen y cuáles se adaptan mejor a cada proyecto”, señala.
Asimismo, este esquema permite romper metodologías tradicionales. El e-learning incorpora módulos de formación en video, documentos gráficos e, incluso, juegos que motivan la participación de los empleados.

Lo importante radica en la interactividad de los contenidos, factor que, según Lasman, apropia al usuario de la información.

“Ahora hablamos de un componente que se llama t-learning o aprendizaje transformativo: consiste en hacer de la persona un agente activo a través de actividades que le permiten interactuar, equivocarse y practicar una y muchas veces”, agrega.

Ventajas del e-learning

1. Ahorro: el tiempo de los colaboradores es un insumo valioso; la cultura digital permite optimizarlo y ahorrar en otros factores de movilidad o logísticos.

2. Estandarización de la información: Las clases no dependen del genio, ánimo o tiempo del capacitador. El material de formación, y el diseño que las directivas escojan, será el mismo para el público objetivo.

3. Disponibilidad: un entrenamiento presencial priva a personal incapacitado o con licencias de maternidad. La virtualidad posibilita que las personas accedan a la formación cuando y donde quieran.

4. Certificación: los procesos virtuales son más exactos en la evaluación del curso; permiten medir la participación y conocer el desempeño de las personas.

Para tener en cuenta:
•Los cursos virtuales permiten retroalimentación para construir más y mejores contenidos.
•Debilidad del sistema: Una formación totalmente virtual implica contras en la medida de compartir experiencias y relacionarse con otras personas. Expertos recomiendan implementar el b-learning, metodología que combina experiencias digitales y presenciales.
•El e-learning implica consolidar una cultura de auto formación corporativa entre los colaboradores de la empresa.