Normas europeas que salvan vidas: las claves de los nuevos límites de contaminación del aire

La UE establece límites más estrictos para contaminantes del aire. Se esperan acciones más fuertes contra la contaminación. Persisten desafíos en la protección ambiental y de la salud pública.
23 Feb, 2024

Los recientes avances en la calidad del aire en la Unión Europea marcan un hito significativo en la protección ambiental y la salud pública de sus 446 millones de ciudadanos. Tras intensas negociaciones, los Gobiernos de los 27 países miembros junto con los representantes del Parlamento Europeo han cerrado un trascendental pacto que sienta las bases para una futura directiva de calidad del aire.

Esta directiva, que se espera esté lista antes de las próximas elecciones europeas, busca establecer límites más estrictos para los principales contaminantes atmosféricos, cuyos efectos nocivos cobran la vida de aproximadamente 300,000 personas al año dentro de la UE y alrededor de siete millones a nivel global. Si bien es cierto que esta medida llega con cierto retraso, constituye un paso fundamental en la lucha contra la contaminación del aire, un problema que afecta tanto al medio ambiente como a la salud de los ciudadanos.

El acuerdo alcanzado contempla la actualización de los límites para cada contaminante, los cuales deberán cumplirse a partir del año 2030. Por ejemplo, se establece que las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras de diámetro (PM₂,₅) tendrán un límite de exposición anual de 10 microgramos por metro cúbico, reduciendo a la mitad el límite actual. Sin embargo, es importante destacar que estos nuevos límites aún no alcanzan las recomendaciones más recientes de la Organización Mundial de la Salud, lo que plantea la necesidad de seguir trabajando en la materia.

Expertos en el campo, como Xavier Querol del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, del CSIC, ven con optimismo este avance, aunque reconocen que los límites propuestos por la OMS para el año 2030 habrían sido aún más beneficiosos para la salud pública. A pesar de ello, se espera que estas medidas contribuyan significativamente a la reducción de enfermedades relacionadas con la contaminación del aire y la mortalidad prematura.

No obstante, el acuerdo también plantea ciertas inquietudes, como la posibilidad de posponer los límites de contaminantes en determinadas circunstancias, lo cual recuerda a solicitudes previas de algunas regiones europeas. Además, se espera que este pacto impulse a las ciudades, especialmente en España, a tomar medidas más enérgicas para reducir sus niveles de contaminación, cumpliendo así con los nuevos objetivos legales.

En el ámbito local, la situación en Doñana vuelve a estar en el foco de atención, con disputas entre el Gobierno central y la Junta de Andalucía respecto a medidas para proteger este espacio natural. A su vez, se aborda la preocupante problemática del derroche de agua en la agricultura, con investigaciones que revelan un consumo masivo de recursos hídricos para productos que terminan siendo descartados.

Este acuerdo representa un paso adelante en la protección del medio ambiente y la salud pública en la Unión Europea, aunque queda claro que aún hay desafíos por superar. Para obtener más información sobre este tema y sus implicaciones, te invitamos a hacer clic aquí.