El ‘pasaporte’ con el que quieren salvar la economía a partir de junio

Los 27 Estados miembros de la Unión Europea han firmado ya un acuerdo preliminar para aprobar el pasaporte Covid que permitirá viajar el próximo verano. El turismo y el sector de la hostelería lo celebran.
16 Abr, 2021

Más que un pasaporte es un certificado. La intención de la Comisión Europea es que el documento que certifique que hemos pasado ya el Covid o recibido una de las vacunas anticovid esté operativo antes del verano, en el mes de junio, a más tardar. Se trata de una iniciativa abanderada con especial insistencia por España y Grecia con un fuerte peso del sector turístico en sus economías. “El Ministerio de Sanidad, junto con el resto de comunidades autónomas, ha puesto en marcha el primer Registro Nacional de Vacunación, el REGVACU. Este registro es la base del Certificado Verde Digital impulsado por la Unión Europea, que nos va a permitir una mayor movilidad con garantías en el conjunto del país y de la Unión Europea. Este certificado esperamos que esté listo a mediados del mes de junio”, declaraba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una comparecencia ante los medios de comunicación el pasado 6 de abril.

En el lado contrario se posicionaron países como Francia o Bélgica, más alineados con las tesis de la Organización Mundial de la Salud (OMS).  Entre los argumentos que sostienen el rechazo de la OMS está el riesgo de expandir más la pandemia ante la falta de evidencias sobre si la inoculación previene la transmisión y las dudas asociadas a las posibles consecuencias de discriminación. “En este momento no estamos a favor de que la vacunación sea un requisito para entrar o salir de los países, porque aún no sabemos a estas alturas a qué nivel reducen las vacunas la transmisión”, señalaba en rueda de prensa la portavoz de la OMS Margaret Harris. El otro motivo al que aluden es al riesgo de discriminación para aquellas personas que no han recibido la vacuna, bien por negativa propia bien por falta de virales o infraestructura en sus respectivos países. Conforme a ello, los distintos Gobiernos han añadido una enmienda a la propuesta original de la Comisión que aclara que el pasaporte sanitario no será precondición a la libertad de movimiento ni se le considerará un documento de viaje en sentido estricto. 

En cualquier caso, todo apunta a que la decisión final será la imposición del pasaporte o alguna otra fórmula similares a las que ya están en vigor en países como el llamado ‘Pase Verde’ com vacunación en Israel que se pide a cualquier persona que quiera acceder a un hotel, gimnasio o teatro.

El funcionamiento del ‘pasaporte’

“Es un proyecto, se pueden imaginar ustedes, complejo, en el que podrán incluirse datos como la acreditación de que alguien ha sido vacunado contra el Covid, el resultado negativo de una PCR, un test antígeno y la prueba de que esa persona ya supera o ya superó la enfermedad y que cuenta por tanto con los anticuerpos para para hacer frente a la misma”, proseguía Pedro Sánchez en la comparecencia referida.

En la misma se aclaraba también que el pasaporte será gratuito para los usuarios y de acceso universal. Asimismo, en principio el pasaporte será válido solo para las vacunas reconocidas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aunque hay países dentro del territorio europeo que se han decantado por otras vacunas como la china o la rusa.

Controversias

“Aunque demostrar que se está vacunado para viajar al extranjero no es un concepto nuevo (algunos países han requerido vacunas contra la fiebre amarilla durante años), hacerlo para el Covid-19 sería hacerlo a una escala mucho mayor”, sostiene Alberto Peris, director ejecutivo y socio fundador de la Escuela de Hostelería y Turismo CESAE Business & Tourism School

Según sus previsiones, de Peris el certificado sanitario, además de digital, podría incluirse en una app. “Esta app también podría permitir verificar los requisitos de entrada para un país (posiblemente después de cargar el itinerario del viaje) y mantener el estado de su último test, así como otras informaciones requeridas”. No obstante, para aquellas que renuncien al uso del teléfono móvil se contempla una alternativa en papel.

En cuanto a la forma de verificar la vacunación, es todavía una incógnita. En opinión de Peris, una buena opción sería “que las personas vacunadas recibieran un registro digital, pero eso requeriría que los sitios de vacunación mantengan registros estandarizados y pongan los datos a disposición de los desarrolladores de pasaportes”.

La falta de estandarización sería, precisamente, fuente de problemas dado que algunas aplicaciones podrían requerir información diferente a otras y no ajustarse, finalmente, a los requisitos del país receptor. “Tendremos que ver cómo se desarrolla, pero podría ser necesario que los Gobiernos intervengan, sobre todo, porque podría complicarse si algunos países deciden excluir una determinada vacuna”, indican desde CESAE.

 

Ventajas para el sector privado

Según un comunicado de CESAW las aerolíneas, lideradas por la IATA, las compañías de cruceros y otras empresas de la industria de viajes y hotelería son grandes partidarias de este pasaporte sanitario. Qantas, por ejemplo, requerirá que los visitantes de Australia tengan una vacuna para volar. “Existe un gran incentivo para que las aerolíneas respalden esta iniciativa. Ellas son responsables de garantizar que los pasajeros tengan la documentación correcta para volar a cualquier país antes de abordar un vuelo. En cierto sentido, eso hace que el mostrador de facturación de una aerolínea sea el equivalente a un cruce fronterizo. Y si una aerolínea lleva a alguien a un país al que no puede ingresar porque no está vacunado, la aerolínea es responsable de llevarlo de regreso a casa por su cuenta”.

Por Ana Delgado

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