20 preguntas para que descubras si tienes madera de emprendedor

Te proponemos 20 preguntas para que autoevalúes si verdaderamente tienes capacidades para emprender.
20 Nov, 2018

1. ¿TE CONSIDERAS UNA PERSONA OPTIMISTA? 

Para empezar, un emprendedor siempre ve el vaso medio lleno. Si tiene un proyecto, el emprendedor está dispuesto a arriesgar el poco o mucho dinero del que disponga e, incluso, su entorno familiar. Son personas que se comprometen con un proyecto con un espíritu optimista.

2. ¿SIEMPRE HAS TENIDO UN ESPÍRITU CURIOSO? 

Los emprendedores son personas curiosas. Se interesan por todo. Tienen las antenas puestas. La curiosidad les impulsa a ser curiosos las 24 horas del día. No se trata de dejar que las cosas les sorprendan, sino que van a buscarlas. Esa iniciativa caracteriza al emprendedor.

3.¿TE IDENTIFICAS CON UN CARÁCTER PERSEVERANTE? 

Si un emprendedor no está motivado, por mucho que se asocie con otras personas que estén motivadas, si algo sale mal, terminará tirando la toalla.

4.¿CONFÍAS REALMENTE EN TUS POSIBILIDADES? 

La persona emprendedora tiene que tener confianza absoluta en su proyecto y en que está preparada para sacarlo adelante. Va a tomar decisiones y lo tiene que hacer de manera decidida, sin miedo y confiando en sí misma, aunque puedan ser erróneas o el resultado no sea el esperado.

5. ¿PIENSAS QUE HAS NACIDO CON MADERA DE LÍDER? 

Es importante tener capacidad y disposición para asumir la guía, la dirección y la responsabilidad del trabajo de un grupo de personas. La mayor parte de los emprendedores experimentan un liderazgo precoz

6. ¿TIENES UNA IDEA Y ERES CAPAZ DE DESARROLLARLA? 

Aunque no se puede generalizar un prototipo de emprendedor, hay un atributo común del que difícilmente se puede prescindir para emprender: la visión, entendida como una imagen, una proyección en el futuro, del lugar que ocuparán sus productos, así como de la imagen del tipo de organización necesaria para conseguirlo. Ver más allá. Esta capacidad para visualizar la futura empresa y su éxito debe transmitirla el empresario emprendedor a todas las personas de su entorno: familia, amigos, entidades financieras, clientes potenciales y proveedores, con el objetivo de implicarles activamente en su sueño y, así, facilitar su realización. No se trata de crear algo nuevo, sino de ver cómo se puede mejorar y renovar. Es más una creatividad para innovar. Es cuestión de renovarse o morir.

7. ¿TE SOBRA CAPACIDAD DE INICIATIVA? 

Richard Branson, fundador del grupo Virgin montó un periódico en su colegio a los 17 años, a los 20 decidió dar a luz un sello discográfico para el que fichó nada más y nada menos que a los Sex Pistols, y hasta la fecha se ha implicado en todos y cada uno los 350 negocios que componen su grupo, desde el alquiler de limusinas hasta las tiendas para futuras novias. Nuevas soluciones. Emprender es una cuestión de iniciativa. Un emprendedor tiene creatividad o, al menos, capacidad para dar soluciones nuevas a problemas viejos, o, incluso, para plantear nuevos problemas. Se trata de romper con lo establecido y conocido, para buscar nuevas maneras de hacer las cosas..

No basta con tener ideas, además, hay que tener claro cómo se van a desarrollar. Tienes que hacerte la siguiente pregunta: ¿Sabes cuáles son las características que definen la oportunidad de negocio que has detectado? Debes centrarte en la oportunidad y, a partir de ahí, comenzar a buscar todos los medios que te van a permitir dar respuesta a esa oportunidad antes que otros.

8. ¿HAS SALIDO A LA CALLE Y CONOCES EL MERCADO? 

O lo que es lo mismo: ¿Eres capaz de explicar a los consumidores para qué sirve tu producto o tu servicio y cómo va a mejorar sus vidas? Los expertos destacan la habilidad que tienen los emprendedores de estar constantemente con los ojos abiertos. Tener un buen proyecto proviene de la curiosidad. Al fin y al cabo, ¿de dónde sale un proyecto? De lo que ves en el entorno, de las necesidades que ves que hay, y de ser capaz de solucionar aquellas necesidades de manera imaginativa. Conocer el sector donde te vas a meter implica analizar ese mercado, pero también conocer bien tu producto, aunque de momento sólo esté en tu cabeza. Seguro que te reconoces en esa definición, pero también te preguntas: ¿Cómo puedes saber si tienes una oportunidad de negocio entre las manos?

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Hay tres variables: mercado, tecnología y equipo. Lo más importante es que haya mercado, que no tengas que pelearte para conseguir clientes. Después tienes que plantearte qué podrá detener a tu competencia en el caso de que quiera copiar tu modelo de negocio. Pero para ello tienes que conocer bien el mercado. Si sales en un mercado nuevo, que todavía no se ha probado, tienes que tener muy clara en la cabeza cuál es la argumentación que explica qué cambio se ha producido en los consumidores o en el mercado para que haya surgido esa oportunidad. Si se trata de un mercado maduro, aconseja el profesor de la Harvard Business School, tienes que tener muy claro en qué medida y de qué forma vas a ser capaz de modificar ese mercado. ¿Cómo sabes si tienes una buena idea entre manos? Las variables: mercado, tecnología y equipo.

9. ¿MIRAS AL MEDIO Y LARGO PLAZO O SÓLO AL CORTO? 

Una prueba de fuego para saber si tu cabeza funciona como la de un emprendedor está en tu capacidad para proyectar tu negocio más allá del corto plazo. Resulta básico que el emprendedor tenga un proyecto, y que sea bueno pero, sobre todo, que lo visualice. Que tenga visión de negocio. No es un visionario. Son personas que tienen un proyecto y lo visualizan. Se trata de proyectos a largo plazo. No se trata de decir: voy a fabricar camisetas para los próximos Juegos Olímpicos. Están dispuestos a ilusionarse, a innovar, y a arrastrar a un equipo detrás.

10. ¿TEMES ARRIESGAR LA ESTABILIDAD FAMILIAR? 

La historia del emprendedor durante los primeros años de su aventura empresarial se podría titular: “La familia… y uno menos”. Éste es uno de los riesgos que no se suelen evaluar y que también distingue a un emprendedor de personas que, sencillamente, tienen buenas ideas y son creativos. La capacidad de asumir riesgos es una prueba de fuego que separa a los verdaderos emprendedores de las personas creativas o de los que son sólo intraemprendedores. Si de verdad eres un emprendedor, tienes que demostrar que dedicas todas tus energías al proyecto, que estás dispuesto a trabajar un montón, y que asumes riesgos personales y de relaciones. En la medida en que tú pactas con la familia asumes un riesgo: que ellos no lo vean claro. ¿Cuál es el precio que hay que pagar por ser emprende de llevarlas adelante, pero dentro de una empresa. Limitan el riesgo a su reputación dentro de la empresa.

Quieres conocer las demás preguntas, te invitamos a leer -->https://www.emprendedores.es/crear-una-empresa/a78182/tienes-madera-de-emprendedor/